martes, 2 de octubre de 2018

Politólogos Carabobeños por la Democracia: Un país paralizado, una crisis del transporte





Politólogos Carabobeños por la Democracia: Un país paralizado, una crisis del transporte





La comunidad politológica carabobeña, se encuentra consternada por la gravísima crisis del transporte sufrida por los venezolanos y que, a todas luces, parece destinada a empeorar en el segundo semestre del año.

Según datos del Sindicato del Transporte de Carabobo, los municipios que integran la “Gran Valencia”, donde viven 1,8 millones de personas, solo posee 400 unidades de transporte operativas (busetas, bus, mini bus). Muchas empresas han recurrido a tener servicios de transporte privados y a contratar personal que viva en las adyacencias de sus instalaciones, por otro lado, muchos ciudadanos han decidido dejar sus empleos antes que correr el riesgo de subirse a las denominadas “perreras”. Sobre este particular, ya para Julio de 2018, el Comité de Usuarios del Transporte Público informaba, a través de su vocero, Luis Alberto Salazar, que se habían registrado 34 fallecidos y 250 heridos por el uso de “perreras”.

 Esta crisis comenzó desde el momento en que los repuestos e insumos destinados al mantenimiento del parque automotor dejaron de ser una prioridad para la asignación de dólares preferenciales por parte del Estado Venezolano, en ese instante, la importación de esos productos pasó a realizarse a base del dólar cotizado en el mercado negro. El esquema tarifario del servicio de transporte público, aunque sus operarios sean empresas cooperativas y particulares, es aprobado por decreto y, en medio de una desmesurada demostración de demagogia, las tarifas se congelaron mientras que los repuestos se encarecían a diario. Resultado: Choferes sin vehículos, peatones sin transporte, todos paralizados. Aunque con “el pasaje más barato de América Latina”.

Hoy, no solo los transportistas no logran reparar sus unidades, tampoco el motorizado, ni el poseedor de su auto propio,  tampoco la universidad puede arreglar “las iguanas”. Quizá, de continuar este hilo infinito de errores de diseño de políticas públicas, pronto las autopistas serán ocupadas por bicicletas, patines o patinetas antes que vehículos… no será por ecología, será por impericia gubernamental, por decadente corrupción y absoluta desidia. Y aun en ese instante, pensaremos que esas formas de transporte también requerirán repuestos y no los tendremos.


Los politólogos sabemos que una mala praxis médica puede matar a una persona, pero malas políticas pueden matar a pueblos enteros. Exigimos como gremio que el alto gobierno nacional tome conciencia de la gravedad de los perjuicios económicos que la paralización indefinida del transporte puede traer al país y se tomen las siguientes medidas correctivas:

Descentralizar (municipalizar) la competencia legal de fijación de precios a la tarifa del transporte público. Cada ciudad posee una realidad diferenciada y la municipalización de la discusión de tarifas entre usuarios, transportistas y gobierno puede brindar resultados con mayor celeridad si esta se celebra a nivel local.
La restitución de las competencias constitucionales al Banco Central de Venezuela (BCV) para que pueda dotarse de transparencia la política monetaria, se impongan límites a la financiación del déficit fiscal y, en consecuencia, la depreciación acelerada del tipo de cambio y la galopante inflación dejen de afectar perniciosamente la prestación del servicio de transporte público (entre muchísimas otros aspectos de la vida nacional)
Restituir las políticas de actualización de flota a través de créditos públicos dirigidos al sector transporte y en alianza con la industria ensambladora nacional.
Desbloquear en el Ministerio del Trabajo la discusión de la contratación colectiva en todas las empresas públicas y privadas para que sindicatos y patrones puedan incluir y aprobar, en sus discusiones, las reivindicaciones relativas a transporte de personal de manera perdurable, fiable y transparente.
Destinar fondos públicos al desarrollo de sistemas municipales de transporte escolar para evitar la deserción educativa.
Reiniciar la construcción, paralizada por distintos motivos, de los sistemas de transporte masivo como el Metro de Valencia para que finalmente puedan inaugurarse la totalidad de las estaciones previstas en el 2006.

Estas y otras medidas, para ser efectivas, deben ser tomadas en un contexto de normalización institucional. La ausencia tanto de legitimidad democrática como de apego a la constitución vigente resulta perjudicial para la toma de decisiones. No se puede gobernar por decreto, solo puede hacerse con consensos, concertación y discusión pública. Los politólogos carabobeños reiteramos nuestra disposición para colaborar con la nación en nuestro campo de trabajo, estamos al servicio del país y de sus ciudadanos.



Juan Tortolero> @JuanTortolero

Julio Castellanos>@rockypolitica

Jesús Acosta>>@Jesus_AcostaM

Yván Serra>@yvanserra

Calarcá Mejias Saavedra>>@CalarcaMejias

Johanna Rojas>>@johannadesiree

Angel Velázquez.

Carlos Millán>>@CarlosMillan

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