jueves, 25 de agosto de 2016

Autocrítica.



Autocrítica.

Capacidad de distinguir los propios defectos y de, enfrentándonos, proponerse hacer lo mejor posible para que éstos no se sigan repitiendo. Es la capacidad de autoevaluarse y de ser sincero/a con uno mismo, admitiendo que nadie es superior que los demás (salvo Dios) y que todos tenemos errores, por lo que debemos esforzarnos para ser mejores y así, con la autocrítica, se puede ir madurando cada día más. 


  
Al final pasara lo que dijo alguna vez Giuseppe Tomasi di Lampedusa.
"Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie".
No hubo la tal "revolución"
"…una de esas batallas que se libran para que todo siga como está".
Seguimos peor y el remedio es volver a lo que produjo esto...
"¿Y ahora qué sucederá? ¡Bah!
-Tratativas pespunteadas de tiroteos inocuos, y, después, todo será igual pese a que todo habrá cambiado".
Einstein decía: “Nada es absoluto, todo es relativo”, y, también; "Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo", quizás sea las verdades más grandes jamás explicadas o por lo menos desde mi punto de vista, la mayoría de nosotros no lo tenemos siempre presente, para muestra una reciente expresión "El poder no es para mandar sino para obedecer al pueblo", ese que lo dijo es el responsable de la tragedia de hoy, así como otros anteriores a él, como me gustaría que nuestros gobernantes escucharan sus discursos y los pusieran en práctica.
El motivo que me impulsa a escribir estas cortas palabras, es ese sentir de que no estamos avanzando y que constantemente escucho ese eco de la voz Giuseppe Tomasi di Lampedusa en el Gatopardo, y la paradoja del cambio para el no cambio que plantea, es la forma que cada gobierno, durante los últimos 100 años por lo menos, ha establecido para ir sustituyendo los planes antiguos por los nuevos, y lo nuevo es igual que lo viejo, solo cambia la persona o el partido 

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