“Cuando la barbarie triunfa no es gracias a la fuerza de los bárbaros,sino a la capitulación de los civilizados”. Antonio Muñoz Molina.
Hace unas semanas pude leer por redes sociales y medios de comunicación, sobre
un presunto ladrón que varias personas y vecinos de un sector de Naguanagua,
habían amarrado a un poste, como represalia de haberlo encontrado robando, este
acto en sí, demuestra, la ausencia del gobierno y sus instituciones, en ambos
sentidos:
Uno, el de garantizar la
seguridad a todos los ciudadanos y sus propiedades,
y el otro, La de evitar que estos
ciudadanos promuevan o atenten contra la integridad física de individuos que
sean sorprendidos cometiendo actos delictivos.
El problema comienza cuando las
continuas denuncias se acumulan y nada pasa, como resultado, los ciudadanos
deciden hacer justicia por mano propia, angustiados por tanta inseguridad, lo
paradójico, es que se repite con más frecuencia de lo debido.
En las redes sociales, continuamente
publican escritos, fotos y videos, revelando
como delincuentes son atrapados y golpeados por personas o vecinos, antes de
que las “autoridades” puedan intervenir, esto se origina porque la gente no
cree en las instituciones ni en el sistema de justicia. De igual manera, “La Deshumanización” exhibida por las
personas que intervienen o presencian estos actos, desencadena una espiral
de violencia, que invisibiliza los valores sociales, algunos de los cuales, son
el componente principal para mantener buenas y armoniosas relaciones en la
sociedad.
Actualmente existen estudios, programas
y políticas que se han ejecutados en países y ciudades con situaciones
similares a las que empezamos a vivir en nuestra Nación, ejemplo de ello;
“El programa Ciudades más Seguras,
lanzado por UN-HABITAT en 1996” http://www.onuhabitat.org/index.php?option=com_content&view=article&id=67&Itemid=25
Esperemos, que así como nos encontramos
buscado los cambios políticos, en paralelo alcancemos los cambios dentro del colectivo
que necesitamos, incorporémonos en esta lucha, que no es otra, que la de
conquistar la verdadera ciudad y ciudadanía que auxilien a la sociedad, definir
mejores rumbos y nuevos consensos en pro de la Venezuela que queremos.
Hace unas semanas pude leer por redes sociales y medios de comunicación, sobre un presunto ladrón que varias personas y vecinos de un sector de Naguanagua, habían amarrado a un poste, como represalia de haberlo encontrado robando, este acto en sí, demuestra, la ausencia del gobierno y sus instituciones, en ambos sentidos:
Esperemos, que así como nos encontramos
buscado los cambios políticos, en paralelo alcancemos los cambios dentro del colectivo
que necesitamos, incorporémonos en esta lucha, que no es otra, que la de
conquistar la verdadera ciudad y ciudadanía que auxilien a la sociedad, definir
mejores rumbos y nuevos consensos en pro de la Venezuela que queremos.
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